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Daniel Andrés Figueredo-De-Pérez, Jessica González-Tejeiro
que la modifiquen o adicionen, así como los generalmente aceptados en la
práctica de las disciplinas del área de la salud.
En este orden de ideas, doctrinantes como Alcaraz, Nápoles, Chaveco,
Martínez y Coello (2010), instituyeron las principales características
de la historia clínica de la siguiente manera: se establece el carácter de
obligatoriedad, pues, ningún acto médico y hospitalario debe efectuarse
sin el correspondiente registro en la historia clínica, la ausencia del registro
es inexcusable por parte del personal médico a cargo de realizar esta labor.
Además, es un documento de carácter irreemplazable, en tanto que
la escritura de la historia clínica no puede ser sustituida por la memoria del
médico, por cuanto, es necesario y razonable que se realice el registro en un
medio escrito, ya sea de forma manual o magnética.
Seguidamente, se especifica el carácter privado de la historia clínica,
pues en esta se contiene un grado de confidencialidad de su contenido,
no obstante, se pueden realizar excepciones al paciente, a los familiares
del enfermo, si la develación ayuda al tratamiento, a los responsables del
paciente, cuando se trate de menores de edad o personas mentalmente
incapaces, a las autoridades judiciales o de higiene y salud, en los casos
previstos por la ley y a los interesados, cuando por defectos físicos
irremediables o enfermedades graves infectocontagiosas o hereditarias,
peligre la vida del cónyuge o de su descendencia.
Finalmente, se estipula como requisito fundamental que la historia
clínica debe ser objetiva y veraz, ya que se basa en hechos reales, asimismo
describe las situaciones de salud como son, y libre de especulaciones, es
la aplicación de criterios científicos en el diligenciamiento y registro de las
acciones en salud brindadas a un usuario, de modo que evidencie en forma
lógica, clara y completa, el procedimiento que se realizó en la investigación
de las condiciones de salud del paciente, diagnóstico y plan de manejo.
De igual forma, Guzmán y Arias (2012) agregan la integralidad
como otra característica fundamental de la historia clínica, pues esta debe
reunir la información de los aspectos científicos, técnicos y administrativos
relativos a la atención en salud, promoción de la salud, prevención
específica, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad,
abordándolo como un todo en sus aspectos biológico, psicológico y social,